viernes, 26 de diciembre de 2014

Mi compañera de correrias

Aunque algunos ya la conocen, creo que ya va siendo hora de que presente por aquí a mi compañera de aventuras desde la jubilación forzosa de mi antigua bici.
Recuerdo perfectamente entrar en la tienda, todavía con el cabestrillo en el brazo, y verla en su stand llamando poderosamente mi atención. En seguida supe que esa seria mi bici. No pude resistirme a montarla, con mucho cuidado, para ver si era mi talla. Antes de pagar se me ocurrió preguntar el precio jaja La belleza en cuestión se llama Trek Domane 5.9

En la tienda, poniendome ojitos
La siguiente vez que la vi ya no llevaba el cabestrillo, pero todavía no tenia permiso para pedalear. No lo pude evitar, apenas fueron 500mts, pero fueron de un placer inmenso.

Con ese porte es imposible resistirse
Ya tenia bici y casco (el que tenia se partió en la caída), solo me falta que el medico me diera el alta. Tuve que esperar nada menos que 54 días, desde Los Lagos, para volver a pedalear. y para ello que mejor que hacerlo en la tierra donde di la ultima, Asturias.
La ruta prepara para el regreso y el estreno fue una vuelta por el puerto del Fito y el de La Llama.


Desde el primer momento noté la comodidad del cuadro y su ligereza (7,3kgs). También la notaba mas manejable. También destacar la suavidad y precisión con la que funciona el cambio Ultegra Di2 comparado con el 105 anterior. De la curiosa rotula ISOspeed poco puedo decir pues no se nota apenas, supongo que filtrara las vibraciones menos acusadas. Los pequeños detalles están muy currados por parte de Trek, como el guiado de cables o el guia cadenas para evitar que se salga. Lo único que no me gusta es que no se le puede poner la tija que quieras, pues esta va por fuera en vez de por dentro del cuadro. Yo no iba a cambiarla, pero siempre esta bien tener la opción.
 Las ruedas que lleva ahora son unas robustas Bontrager RXL, un manillar de carbono FSA SL-K y unos pedales Speedplay.


A día de hoy van 1600kms...y los que vendrán!


domingo, 14 de diciembre de 2014

Marcha Cicloturista Lagos de Covadonga




En un primer momento, no tenía planeado participar pero la inscripción de varios amigos y la mística de subir un puerto como ese me terminó por convencer. Y pese a lo que paso al final de la marcha, estoy muy contento de haberlo hecho.
La marcha no parecía muy complicada salvo los kilómetros finales, por lo que pensé que no habría problema para hacerla tras los 230kms del Soplao. ¡Que equivocado estaba!
Todo empezó en Nava, donde me alojaba y casualmente (y que me vino muy bien horas después) era la localidad del C.C. Nava, organizadores de la marcha. Allí me reuní con Alfredo y Natalia no sin algún problema de localización, y nos unimos a una caravana de de coches cargadas de bicis que también se dirigían a Cangas de Onís. Ya llegando a Arriondas nos confundimos de salida y estuvimos un rato dando vueltas, empezábamos bien el día y ya se sabe, que lo que mal empieza…
Finalmente conseguimos llegar y aparcar sin más novedad en Cangas. Yo como soy un tío previsor fui la tarde anterior a recoger mi dorsal, pero mis compañeros fueron a recogerlo.  Como siempre habrá que salir de los últimos, pero a mí no me importa porque voy más cómodo adelantando que al revés, además el plan es ir tranquilo y pasarlo bien.




KM 0 - Cangas de Onís – Se da la salida, los 4000 ciclistas ejecutan el ritual de enganchar la cala al pedal y con el otro pie ir avanzando, pues los primeros metros son muy lentos hasta que se cruza la pancarta de salida, mientras el speaker va nombrando a la gente que cruza delante de él, incluidos nosotros, una asturiana, un vallisoletano y un madrileño.
Los primeros kilómetros transcurren rápidamente, pues los primeros 50kms son prácticamente llanos. Poco a poco vamos adelantando gente hasta que nos unimos a un pelotón bastante grande.

www.cctnavastur.es

KM 7 – Arriondas – Cogemos la carretera que lleva a Ribadesella siguiendo el curso del rio Sella, donde transcurre el famosa carrera de piraguas. La marcha transcurre sin problemas, podemos ir de charleta, hasta que se empieza a desorganizar el pelotón en los primeros repechos.

Ribadesella
KM 24,5 – Ribadesella – Por suerte hace un día esplendido y podemos disfrutar de las vistas del oriente asturiano. A partir de aquí la carretera es un poco más estrecha y pintoresca, de momento de verdes montañas, que escalaremos más adelante. Cada vez hay más repechos que van poniendo a cada uno en su lugar, aunque la verdadera selección será en el alto de Tornería. Algo que me gustó mucho es la cantidad de gente animando en los pueblos, sobre todo de niños que parecían encantados viendo pasar tantas bicis.

KM 43,5 – Posada de Llanes – Llegamos al primer avituallamiento en el que paramos a meter algo de energía para la 2ª mitad de la marcha que buena falta nos hará.

KM 52 – Parres – Comienza el puerto de la Tornería. Es una carretera estrecha pero de buen piso que se va adentrando poco a poco en la sierra del Cuera. El puerto va in crescendo en dureza, llegando al culmen en sus tres durísimos kms finales. Vamos que te deja tostado para Lagos. Según vas avanzando los bosques de eucaliptos y castaños dejan paso a helechos y prados de montaña, hasta que llega una curva a la izquierda en el que se abre la perspectiva, dejando a la vista todo lo que queda de subida. Y que subida, 4 kms al 7,4%, 6%, 10,8% y 10,8% con rampas puntuales del 15%. Por suerte, la dureza de la subida se compensa con la belleza de las vistas, hacia nuestra derecha el mar y si miras hacia delante, los rampones que tenemos que superar.
Llevamos ritmo tranquilo, chino chano, pero aun así vamos adelantando a bastantes ciclistas, incluida una chica que estaba cogiendo aire a la que dimos ánimos, ya estaba casi llegando al alto.



KM 58,5 – Alto de la Tornería – Me ha gustado mucho la subida y he ido muy cómodo, reservando fuerzas para lo que queda. El puerto son 5 kms al 7,7%. La bajada es peligrosa, con 2 curvas muy complicadas, en las que había voluntarios de la organización avisando para que la gente fuera despacio.


KM 67,3 – AS115 – Termina la bajada y comienza la subida a La Robellada. Esta subida es mucho más tendida que la anterior, y en la que se agradece ir en grupo a relevos. De todas formas el ritmo tranquilo de la Tornería empezó a ser ritmo alegre, quizá demasiado. De pronto nos empezaron a adelantar un montón de coches de época, haciendo muy amena la subida.

KM 74 – La Robellada – Llegando al avituallamiento había un atasco considerable, ciclistas por un lado, coches de época por otro… Nosotros nos tomamos este avituallamiento con calma y esperamos a que saliera un grupo grande, pues la aproximación a los Lagos es mejor hacerla acompañados. La bajada es muy rápida, por buena carretera, 86km/h marca el garmin de velocidad máxima, no recuerdo haber ido a esa velocidad pero si lo dice el gps habrá que creerle.


KM 89,6 – Soto de Cangas – Llega el momento decisivo, giramos a la izquierda con dirección a la Santina, a la que todos pedíamos que nos diera fuerzas para llegar arriba.



KM 94,8 – Desvío a los Lagos – Tomamos la rotonda que nos lleva a los Lagos flanqueados por mucha gente, familiares que están animando al paso de los ciclistas, otros simplemente van a visitar el santuario y se han encontrado el percal. Las primeras rampas ya ponen las piernas a punto, a punto de reventar, no obstante son 3 kms duros pero bastante sostenidos. En el siguiente hay algún descanso pero es bastante engañoso. De momento parece que voy bien de fuerzas, pero no quiero gastar de más. El  siguiente km y medio vuelve a estar rondando el 10%, pero lo peor llega cuando se abre el bosque y el valle, y delante tienes la Huesera. Tan bonito como demoledor, tan evocador como inmisericorde, así es esa maldita recta de casi un km en la que muchos echan pie a tierra.



En cada pedalada las piernas pesan más, miras a los lados por si acaso llevas a alguien agarrado a la tija que te retiene la marcha. Los caracoles que me adelantan me saludan moviendo sus antenas, me quedo rezagado de mis amigos, desearía tirar la bici por el precipicio, pero en esta vida hay que luchar así que me concentro y sigo adelante, no hay dolor!
Este momento me dura hasta que aparece delante de mí el Mirador de la Reina. Ya no queda otra que darnos ánimos unos a otros, mirar a un metro delante tuya, apretar los dientes y pedalear.  Aprovecho el más mínimo descanso que da la carretera yendo casi a la misma velocidad subiendo que bajando, pero lo peor ha pasado ya. Aunque las rampas ya no son las mismas sigo muy despacio, las fuerzas me abandonaron hace tiempo, de hecho ni me fijo que paso al lado del lago de Enol. Sin más cruzo la meta y acudo a reunirme con mis amigos, que me esperan en el avituallamiento.




KM 109 – Lagos de Covadonga – Como algo y nos abrigamos con unos cartones (que además estaban calientes del sol) y empezamos el descenso. A poco de empezar nos encontramos a Lolo y su familia, con los que compartimos un rato muy agradable. Continuamos el descenso, pero al poco de empezar, en una curva ciega de derechas, un cumulo de infortunios acaba con mi clavícula rota y la bici inservible. Por suerte contaba con buenos compañeros de equipo, sobre todo Natalia que puso a resguardo mi coche en el garaje de su casa y me aguantó todo el viaje de vuelta quejándome de los baches xD, Alfredo me acerco al hotel (que casualmente estaba al lado de donde habían llevado mi bici tras el accidente) y Lolo, que aparte de acercarse a tomar unos culines de sidra se hizo cargo de la bici hasta que pudiera volver a por ella. Gracias chicos!!