Hacia carreteras salvajes: Mi camino de Santiago 1a etapa: León 21/03/2015

Datos:

Distancia: 71,44 kms
Tiempo en movimiento: 4:29:02
Tiempo total: 6:10:55
Velocidad media: 15.9 km/h
Velocidad máxima: 45.8 km/h
Desnivel: 733 mts
Temperatura máxima: 14ºC
Temperatura mínima: 5ºC
Temperatura media: 9ºC

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Crónica:

Tras un tranquilo viaje a través de Castilla, aparcamos el coche frente al palacio de deportes de León, a pocos metros de la estación de autobuses y junto al río Bernesga. Para la primera noche hemos reservado un par de camas en un albergue bastante moderno que esta próximo a la plaza Mayor y al famoso barrio Húmedo.

Con las últimas luces del día empezamos el ritual que repetiremos todos los días: montar las alforjas en el transportín. Acojona un poco el peso del conjunto la primera vez que lo montas, y tienes la sensación de que vas a volcar o incluso de que vas a ir haciendo el caballito, pero es solo eso, la sensación. Poco a poco se le va cogiendo el truco.

Preparando la burrita por primera vez

León

Que bonito es León por la noche, aunque esta atestado de turistas, lo que nos obliga a desmontar e ir andando. Tras un buen rato y varios vuelques de la bicicleta, llegamos al albergue, sellamos por primera vez la credencial y dejamos los bártulos en la habitación, que por suerte iba a ser toda para nosotros. Primer contratiempo, creo haber perdido 40€, bonita forma de empezar. Tuvimos que volver al coche a mirar. Por suerte ahí estaban, en un recoveco. Ahora por fin tocaba visita de rigor al barrio Húmedo y su famoso tapeo, que nunca defrauda. Un amigo me dijo que iba a perder bastante peso haciendo el camino, pues mal empezábamos con las tapitas de morcilla o las de sopa de ajo y sus correspondientes cortos de cerveza. Bien merece una visita esta ciudad.

Catedral de León

Ejem...todo muy sano

Por fortuna para nuestros michelines, teníamos que madrugar así que nos recogimos pronto, no sin antes degustar un gofre de dulce de leche (hay que hacer acopio de energía y tal). Cuando llegamos al albergue había una buena juerga montada, por lo que nos contaron por la mañana había una despedida de soltero. Menos mal que llevaba unos benditos tapones y pude descansar bastante bien, mi hermano no tubo tanta suerte.

Tras un buen desayuno todo se ve de otro color, incluso los 5ºC que había en la calle. Eran las 9:33 y comenzábamos el Camino.

KM 0 - León - Los primeros compases fueron muy bonitos cruzando la plaza Mayor, la plaza de la Catedral y otros bellos monumentos leoneses. Una vez llegados al Parador Nacional cruzamos el río Bernesga por el puente de San Marcos y entrando en los barrios periféricos y residenciales.Tras perdernos en mas de una ocasión logramos salir de la ciudad. Ahora es cuando empieza de verdad el Camino, pues salimos del asfalto y vemos a los primeros peregrinos, entre ellos dos chicas coreanas que estaban distanciadas unos 100 metros. Estarían cansadas una de la otra xD

KM 5 - Trobajo del Camino - Por esta zona muchos pueblos llevan el apellido "del Camino" y desde luego viven mucho de él, incluso añadiendo bifurcaciones haciendo el trayecto mas lioso. Esto lo veríamos en mas ocasiones. Al salir del pueblo comienzan vastas extensiones de campos de cereal. Nosotros pedaleamos por sendas y caminos que van paralelos a la carretera con varios repechos incluidos.

KM 22 - Villadangos del Paramo - Hacemos la primera parada para avituallarnos y descansar un poco. Cada vez voy cogiendo mas confianza montado en la bici incluso subiendo algunos repechos de pie.

Un cartel desmoralizante en Villadangos

KM 34 - Hospital de Órbigo - Hasta Hospital de Órbigo tenemos un largo tramo favorable por un sendero bastante cómodo. Cruzamos el larguísimo puente sobre el río Órbigo con suelo empedrado.

El interminable puente de Hospital de Órbigo

KM 38,75 - Santibañez de Valdeiglesias - Abandonamos la compañía de la carretera Nacional 120 girando hacia el mencionado pueblo, donde empieza un tramo de subidas donde veo el tremendo sufrimiento que va a acompañar a mi hermano. Tras la primera de ellas, afrontamos una corta pero peligrosa bajada, sobre todo con mis cubiertas de 32" de balón que patinaban lo suyo. Al coronar la 2a de las subidas vemos Astorga a un paso. Para llegar a ella bajamos por una pista hormigonada. Para entrar en la ciudad nos espera un repecho tremendo, con rampas de hasta el 15%.

Cosas del Camino

Astorga

KM 51 - Astorga - Paramos a comer en la plaza de España, con los maragatos de la catedral vigilantes. Compramos un pan y con embutido que llevo de casa nos hacemos unos buenos bocadillos. De postre unos hojaldres rellenos de miel. Todavía me estoy relamiendo.
Salimos de la ciudad dando una vuelta por la parte monumental. Acordamos terminar el día en Rabanal del Camino, a media subida del puerto de la Cruz de Hierro o Foncebadón, pero antes de la parte dura de este.
Aquí todo cambia, de los llanos y los paramos, pasamos a la montaña, centrando nuestra atención la sierra del Teleno, que con sus 2188mts observa vigilante toda la región.

La catedral con los maragatos tocando la campana

Sierra del Teleno cubierta por las nubes

KM 60,3 - Santa Catalina de Somoza - Dejamos atrás un camino rectilíneo y en continua subida para afrontar, por el asfalto que nos llevara hasta Ponferrada mañana, la subida hasta Santa Catalina de Somoza, ayuntamiento de casi todos los pueblos del valle. También cruzamos El Ganso, donde curiosamente no vimos ninguno. Pasada esta aldea, la carretera comienza a subir en escalones. Yo voy disfrutando, una carretera de las que me gustan estrecha y asfalto rugoso,pero a mi hermano se le hace muy cuesta arriba, nunca mejor dicho.

KM 71 - Rabanal del Camino - Llegamos a Rabanal con bastante antes de lo previsto, no son ni las 4 de la tarde. Vamos directos al albergue del Pilar, del que llevaba buenas referencias y del que solo puedo tener buenas palabras de la dueña. Desde aquí agradecer la tremenda hospitalidad que nos hizo sentirnos como en casa. Hasta nos invitó a compartir un rato de charla y orujos con su familia y amigos, un rato muy agradable.
También reseñar la importante labor de un peregrino manteniendo el fuego de la chimenea a tope, echando troncos y mas troncos mientras repetía la estupenda barbacoa que haría con esas brasas. También compartimos habitación con un catalán y una pareja de norteamericanos, a los que apenas vimos.